“Barfly”: Hay un borracho en la pantalla

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Barfly (una película para disfrutar más de una vez), es una película de Barbet Schoroeder basada en la vida y obra del “último escritor maldito norteamericano”. Curiosamente, el propio Bukowski estuvo detrás del guion, y puede verse “colado” en unas tomas fugaces del filme.

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Charles Bukowski escribe con las tripas. Suele desatar su rabia hacia el sistema aplastante, mas no para ello utiliza el cliché -tan políticamente aceptado- del “guerrillero romántico”: Bukowski busca desagradar (y a la vez agrada). Se rebela con todo su ser, con su vida misma, que luego plasma en prosa y en poemas. Es un borracho empedernido, amo y señor de los bares y de la “escoria”, amigo de prostitutas y vagabundos. Es un tipo que se niega al trabajo, que vive de favores, apuestas. Su talento como escritor fue descubierto tarde, ya en sus treinta y tantos, después de muchos rechazos en diarios y revistas.

CHINASKI: En este país todo el mundo tiene obligación de ser algo, es como si alguien hubiera escrito una regla que dijera que todos tienen que hacer algo, todos tienen que ser algo, yo a veces me aburro de pensar en todas las cosas que no quiero hacer, las cosas que no quiero ser.

Con todos y todo, sabe llegar. Sus personajes son pequeños monstruos con un fondo extremadamente conmovedor. En su simpleza y en su explicitud, está la paradoja de una sugerencia profunda, que remueve las fibras. Es la mezcla del horror y la ternura. En este aspecto –el de conmover-, la adaptación de Schroeder cumple con su función.

Nos encontramos ante un alcohólico llamado Chinaski (Henry Chinaski, el eterno alter-ego del escritor en casi todas sus historias), un sujeto que busca broncas en los bares aunque siempre lo golpeen (sólo porque “tengo cojones”). Un tipo con un gusto especial por las alcohólicas, a quienes ve como “diosas caídas en desgracia”. Mickey Rourke, en su papel, sabe transmitir esa emoción de los personajes de Buk, y Faye Dunaway, calza perfectamente en la musa venida a menos del autor. Ella es Wanda, una mujer que se va con el primero que le ofrezca un whisky. Pero ella se deja atrapar por él –hasta cierto punto-, porque él es un cerdo con aires de nobleza; porque comparte sus malas costumbres y sabe descifrar su soledad. Ambos son animales de calle, sin modales y sin dueños, que se celan extrañamente y a su manera.

 

WANDA: Sólo una cosa. No quiero enamorarme nunca más. No quiero pasar por eso otra vez…

CHINASKI: No te preocupes. Nadie se ha enamorado de mí todavía.

 

(…)

WANDA: Todos estamos en un infierno, y sólo en el manicomio es donde la gente sabe que está en el infierno.

La película tiene frases memorables, y es que “Buk”, está ahí, escribiendo cada uno de los diálogos, y volviéndolos a escribir en nuestra cabeza a la hora de observar. Sin embargo, no siento que esté en su totalidad… tal vez por detalles que la puesta en escena pasa por alto, o porque Rourke –con todo y todo- sigue siendo demasiado “bonito”. El personaje lleva en sí el lado más tierno de Buk, pero le falta la parte morbosa y “demoníaca”. Bukowski es un ser de contrastes, alguien que conmueve pero a la vez perturba, que hinca con sutileza en medio de la espeluznante sordidez. A este personaje le falta ensuciarse. Le falta un poco de mierda encima para poder ser Bukowski.

 

CHINASKI: Soy un grifo que gotea, una botella vacía, juventud apuñalada y afeitada. Palabras aprendidas, preludio de muerte.

Según algo que leí, Bukowski renegó alguna vez sobre la interpretación de Rourke, a quien consideró más parecido a Marlon Brando que a sí mismo. Creo que la idea se entiende. Con toda su decadencia, éste no deja de ser un tipo guapo y amigable; los personajes de Buk tienen sus ratos gentiles, pero también son sujetos con  los que sabes que no te quieres encontrar.

Como película, puedo decir que Barfly es entretenida, digerible, y que tiene sus frases trascendentes (el guión sí es completamente Buk –cabe redundar, escrito por él-). La ambientación también es uno de sus puntos fuertes; las calles, personajes secundarios, y sobre todo la música, saben a Bukowski. Irónicamente, el propio Chinaski es lo que no acaba de convencer. Reafirmo mis sentimientos encontrados con el filme.

 

 

 

“- Podrías escribir en paz…

– Muñeca, nadie que escriba algo que merezca la pena puede escribir en paz.”

(La periodista y Chinaski)

Ficha técnica:

Dirección: Barbet Schroeder

Producción: Jack Baran, Yoram Globus, Menahem Golan, Tom Luddy, Fred Roos, Barbet Schroeder

Guión: Charles Bukowski

Música: Jack Baran

Reparto: Mickey Rourke, Faye Dunaway, Alice Krige, Jack Nance, J.C. Quinn

País: Estados Unidos

Año: 1987

Género: Drama, comedia

Author: Alexiel Vidam

Autora del poemario “De Gritos y Demonios” y el cómic “After New Genesis”. Entre sus obras premiadas se encuentran los poemarios “Rojo Grisáceo”, “Cámara Oscura”, los cuentos “La Iluminación de la muerte verde”, “Galatea” y “El Gallinero”. Entre sus intereses se encuentra el cine y las series.