- La era perpetua: El Perú que vive una latente crisis - 28 de julio de 2022
- Los 12 meses de la era Castillo - 15 de julio de 2022
- Retratos de un abuso: cuando el tiempo no lo cura todo - 10 de marzo de 2022
«Y si uno muere, esto [señalándose la cabeza con el dedo índice de la mano derecha] se queda en todos», dijo el líder senderista, Abimael Guzmán.



Manuel Rubén Abimael Guzmán Reinoso, el considerado personaje más sanguinario de la historia del Perú, ha muerto el último 11 de septiembre, a un día de cumplirse 29 años de su captura. La causa de su deceso es una neumonía bilateral y hasta el momento, el Ministerio Público informó: “[el cuerpo] recibirá el tratamiento que dispone la normativa vigente conforme a la Ley General de Salud y el Código Procesal Penal, las que establecen que los restos deberán ser entregados a los familiares directos debidamente acreditados”.



Operación Victoria
En 1992, el Grupo Especial de Inteligencia del Perú (GEIN) consiguió conocer cuál era el paradero de Abimael Guzmán. La casa pertenecía a la profesora de danza Maritza Garrido Lecca ubicada en la Calle Varsovia 459, en el distrito de Surquillo.
Gaviota y Ardilla eran los seudónimos designados a los agentes Ana Cecilia Garzón y Julio Becerra, respectivamente. Ellos, quienes actuaban como una pareja, esperaron aproximadamente 4 horas para hacer efectivo el golpe denominada «La captura del siglo». Aquel día, Maritza Garrido Lecca recibió la visita de su tío Celso Garrido Lecca y Patricia Awapara y a las 8:30 de la noche es que despidió a sus invitados junto a Carlos Incháustegui. Antes que la puerta de la vivienda se cerrara, ambos agentes sacan sus armas para detener a Garrido Lecca e Incháustegui. Este último se abalanza sobre Ardilla para quitarle el arma ante la intervención. Gaviota reacciona y dispara al aire: es la señal que esperaron los otros agentes para entrar.
Ardilla ingresó a la vivienda y observa a una mujer que ingresa a una habitación, él intenta romper la puerta e ingresa. Abimael Guzmán está allí, sentado detrás de un escritorio. “Si te mueves, te mato”, le dice. “Tenemos al cachetón, tenemos al cachetón”, cuenta el agente, Julio Becerra.



Pensamiento Gonzalo
La ideología oficial de Sendero Luminoso (Partido Comunista del Perú) es una doctrina totalmente contraria a cualquier planteamiento democrático, de tolerancia y de convivencia pacífica entre peruanos. Es considerada una aplicación del pensamiento marxista-leninista-maoísta. Guzmán adoptó de la vertiente del leninismo la idea de que la revolución sería posible por obra de un partido constituido como una «máquina de guerra»; del maoísmo, la experiencia de la Revolución China y el concepto de «guerra popular» con el uso de la violencia y del marxismo, Abimael adoptó la creencia en la supuesta inevitabilidad de un tránsito evolutivo que llevaría a las sociedades humanas del capitalismo al comunismo.
En la concepción de Guzmán, el poder aparece como algo que se conquista o se toma por asalto.
El inicio de Sendero se registra en la madrugada del 17 de mayo de 1980. En aquella madrugada, jóvenes encapuchados entraron a un local electoral de Chuschi, una pequeña ciudad de Ayacucho y quemaron las ánforas preparadas para los comicios presidenciales del día siguiente. Este hecho no tuvo repercusión amplia a nivel nacional pero ahora se recordaría como el primer ataque – de muchos – de Sendero. Se estima que el saldo de la época de terrorismo en el Perú, a causa de este grupo terrorista, es cerca de 70 mil muertos y desaparecidos.
Para Abimael Guzmán, su partido debía tener un control total y absoluto sobre sus militantes, moldeando a su imagen y semejanza no solo la vida individual de sus miembros. Es por ello que la radicalidad de este pensamiento no se ha ido con la muerte de su líder: este sigue entre nosotros.