Inclusión y accesibilidad en las escuelas, una tarea pendiente

Jair Villacrez
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Este 16 de octubre se celebra, en Perú, el Día Nacional de la Persona con Discapacidad, cuya población en edad escolar es de 756 499 personas, según el Ministerio de Educación (Minedu).

Uno de los principales retos de una persona con discapacidad sigue siendo el poder recibir una adecuada educación, pero esta realidad se complica cuando se trata de menores. De hecho, solo el 56% de niños con discapacidad logran completar la escuela primaria en países en vías de desarrollo frente a un 73% de los niños sin discapacidad, según el estudio Cada alumno importa: análisis de la crisis de aprendizaje para niños con discapacidad, realizado por el Banco Mundial (BM), Inclusion International y la organización Leonard Cheshire.

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Y aunque hay poca evidencia sobre los efectos de la ubicación geográfica en la educación de las personas con discapacidad, un reporte de la ONU Enable, publicado en 2006, manifiesta que cuatro de cada cinco personas con discapacidad viven en zonas rurales. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) coincide en ese sentido, al indicar que los niños con discapacidad suelen quedar excluidos de la educación. “El problema suele ser más pronunciado en las zonas donde la educación y los servicios son limitados y de difícil acceso. Las escuelas rurales y los centros de formación carecen de electricidad, así como de dispositivos de asistencia y de conectividad”, revela en un informe publicado el 2011.

Créditos: Humanium.

¿Escuelas inclusivas en Perú?

De acuerdo con el documento Perú: perfil sociodemográfico del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en Perú son más de 3 millones 51 mil las personas que tienen algún tipo de discapacidad. Esta cifra representa el 10,4% de la población nacional.

En lo que respecta a los niños y adolescentes con discapacidad, el Censo Escolar 2018 del Ministerio de Educación (Minedu) revela que existen 756 499 personas con discapacidad que se encuentra dentro de la edad escolar. Sin embargo, 665.543 (88 %) de ellas no estudian.

El 96.15 % de centros educativos indican que no reciben materiales específicos para la enseñanza a estudiantes con discapacidad. Otro 73.69 % consideran otra serie de barreras por las que deniegan la matrícula: una de ellas es que los niños no presentan certificado de discapacidad.

El INEI revela que el 48,3% de estas personas tiene discapacidad visual; el 15,1%, discapacidad física (dificultad para movilizarse o caminar); el 7,6%, discapacidad auditiva; el 4,2%, discapacidad intelectual (para aprender o entender); el 3,2%, discapacidad psicosocial (dificultad para relacionarse con los demás), y el 3,1% discapacidad para hablar o comunicarse. Asimismo el 18,2% de estas personas presentan dos o más tipos de discapacidad.

Respecto del género, el 57% del total de las personas con discapacidad son mujeres (más de un millón 739 mil) y el 43% restante son varones (más de un millón 300 mil).

Discapacidad y pobreza

Tras una encuesta de hogares también realizada por el BM, se encontró la siguiente evidencia: los adultos con discapacidad normalmente viven en hogares más pobres que el promedio. Respecto de las personas con discapacidad en edad escolar, aunque quienes tenían entre 6 y 17 años no vivían en familias sistemáticamente más ricas o más pobres que otras personas de su edad, se observó que sí eran significativamente menos propensos a comenzar la escuela.

Ahora bien, quienes sí lograron acceder a una matrícula no siempre culminan sus estudios. El Informe principal sobre discapacidad y desarrollo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), presentado en 2018, establece que los estudiantes con discapacidad a veces se ven obligados a dejar de asistir a la escuela debido a las barreras financieras.

Este documento manifiesta que el 17% de los estudiantes con discapacidad dejaron de asistir a la escuela porque les resultaba demasiado costoso. Además de lo económico, había otras barreras: inaccesibilidad de las escuelas y falta de acceso a la tecnología.

En esa línea, el BM concluye que la discapacidad está asociada con pobreza a largo plazo, dado que es menos probable que los niños con discapacidad puedan adquirir el capital humano que les permitirá obtener mayores ingresos. Asimismo, considera que hay un círculo entre bajo nivel educativo y pobreza entre las personas con discapacidad en países en desarrollo. La incapacidad para completar la educación escolar hace que, posteriormente, se les complique ingresar a la fuerza laboral.

El mismo organismo internacional precisa que hay una relación cíclica entre discapacidad y pobreza, lo que da como resultado un escenario donde las personas con discapacidad suelen estar entre los más pobres a nivel mundial.

Discapacidad + disparidad de género

En los países de ingresos bajos y medianos, como los de América Latina, las mujeres y las niñas con discapacidad encuentran más barreras para las oportunidades de educación, de acuerdo con el Informe mundial sobre la discapacidad, elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial , en 2011.

Este estudio revela que el 50,6% de los hombres con discapacidad han terminado la escuela primaria, en comparación con el 61,3% de los hombres sin discapacidad. Y en cuanto al género femenino, el 41,7% de mujeres con discapacidad finalizan la escuela primaria, frente al 52,9% de mujeres sin discapacidad. Hay una diferencia de 8,9% entre hombres y mujeres con discapacidad que acceden a la educación.

De otro lado, la Unesco advirtió, en 2003, que la tasa de alfabetización de los hombres adultos con discapacidad era de 3%, mientras que la de las mujeres con discapacidad era apenas del 1%.

Créditos: ¿Qué hacemos, má?

Personas con discapacidad visual

Si bien existen muchas barreras para las personas con discapacidad en lo que acceso a la educación respecta, de este grupo las más afectadas son las personas con discapacidad visual, ya sea ceguera o baja visión. Esto se debe a que precisamente las políticas de inclusión en la educación de menores no está completamente desarrollada en muchos países, especialmente en aquellos que están en vías de desarrollo.

Incluso, en varios países de África, Asia y América Latina, del total de niños y jóvenes que tienen algún tipo de discapacidad visual, solo el 10% puede acceder a educación (formal o informal). Así lo revela la Unión Mundial de Ciegos (UMC) en el estudio Lo que la inclusión, equidad y educación de calidad significa, publicado este año por International Disability Allianca (IDA).

Datos
  • A nivel mundial, unos 1000 millones de habitantes (el 15% de la población) experimentan algún tipo de discapacidad, y la prevalencia de la discapacidad es mayor en los países en desarrollo, según cifras del Banco Mundial.
  • Entre 110 millones y 190 millones de personas (la quinta parte del total de habitantes del mundo) experimentan discapacidad considerable.