Los 40 años de Indiana Jones

Por: Hernán Yamanaka

Se cumplen 40 años del estreno de Indiana Jones y los cazadores del arca perdida (original: Raiders of the lost ark), película de los geniales George Lucas y Steven Spielberg y considerada un giro capital en el género de aventuras épicas. Esta fue la primera de las, hasta hoy, 4 películas de la franquicia, con una quinta anunciada para julio de 2022 y ya sin Spielberg en la dirección.

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La saga de Indiana Jones es también un paseo-homenaje por las tres grandes religiones mundiales en reliquias de cada una: el Arca de la Alianza (judaísmo), las piedras Shankara (hinduismo) y el Santo Grial (cristianismo). La cuarta película tomó como objeto supernatural a la Calavera de Cristal que no tiene referente directo con alguna religión.

Indiana

Henry Jones jr. es arqueólogo y profesor universitario, cazador de reliquias históricas y descubridor -a su pesar- de misterios insondables. Algunos consideran al personaje más un salteador que un académico, porque en las películas mostraba poco respeto por el entorno arqueológico y se limitaba a extraer (amable reemplazo para «saquear») objetos que luego vendía al museo de la universidad.

La idea del personaje la tuvo George Lucas, padre de Star Wars: quería recuperar el estilo de «las seriales» (películas de trama continuada semanal) con un personaje a medio camino entre James Bond y Sherlock Holmes. Mientras maduraba el concepto, su imaginación e interés económico fueron ganados por el proyecto Star Wars (1977, Una nueva esperanza), éxito inmediato y cabeza de una saga que hoy parece infinita en secuelas, precuelas y líneas narrativas paralelas.

Pero Indiana Jones, nonato y sin nombre, deseaba existir. Las circunstancias confabularon para ello.

Lucas y Steven Spielberg coincidieron en la paradisíaca Maui (mayo 1979) huyendo del estrés de sus respectivos éxitos Star Wars y Encuentros cercanos del tercer tipo (1977). Allí, entre palmeras y daiquiris, descubrieron que compartían el deseo de dar vida a un nuevo héroe fílmico. Acordaron lo esencial: el personaje se apellidaría Jones (y no el Smith original de Lucas); Spielberg dirigiría, Lucas produciría; la banda sonora la haría John Williams.

La película

El primer actor en quien pensaron fue el norteamericano Tom Selleck (1945). Sin embargo, Selleck no asumió el papel (a pesar de aprobar el casting) porque prefirió el contrato con la serie detectivesca Magnum P.I. que terminó haciéndolo una estrella mundial. En ese momento, Spielberg propone a Harrison Ford y lo demás ya es parte de la historia del cine.

La última semana de enero de 1978 se escribió lo esencial del guion que Lawrence Kasdan terminó medio año después. El rodaje tomó 73 días y se hizo en exteriores (USA, Reino Unido, Túnez, Francia) y en los estudios Elstree de Londres.

El estreno mundial fue el 12 de junio de 1981. Junto con una recaudación multimillonaria -que la pone entre las más rentables del cine- la película fue honrada con cuatro premios Oscar 1982 (dirección de arte, efectos visuales, edición de sonido, sonido) sobre nueve nominaciones que recibió.

Mención aparte -y bien merecida- para la banda sonora: compuesta por John Williams y ejecutada por orquesta Sinfónica de Londres (febrero 1981) ganó un Grammy en 1982.

La historia

Es 1936. El lugar: Universidad en Nueva Inglaterra. Henry Jones, conocido como «Indiana», arqueólogo y cazador de tesoros, es convocado por el Gobierno de EE.UU. para encontrar el Arca de la Alianza, objeto sagrado del judaísmo. ¿La razón? Adolfo Hitler, muy aficionado a lo esotérico y creyente en misterios, deseaba recuperar el Arca para usar sus poderes en la II Guerra Mundial; la necesitaba como arma mística para ganar el conflicto, aunque para ello aparcara su desprecio por los judíos y su cultura: era un instrumento del otro mundo para conquistar este.

Así, los alemanes dirigidos por el arqueólogo francés Rene Belloq compiten con el solitario dr. Jones tras fascinantes pistas que los llevarán a la perdida ciudad egipcia de Tanis donde el Arca es finalmente hallada. Desde ese momento, los acontecimientos corren hasta un desenlace que pretende mostrar que las cosas de Dios no son manipulables por el hombre y siempre se le escaparán como agua entre los dedos.

Indiana Jones, ¿En Perú?

La aventura que inicia la película es la búsqueda de un ídolo de oro (diosa de la fertilidad) en la selva del Perú en 1936. La fidelidad geográfica-cultural no está clara, lo que no sorprende pues Hollywood no suele tener cuidado con los datos de las culturas al sur del Río Grande, por lo que si se trata de los antiguos americanos le da lo mismo mezclar aztecas, mayas e incas. Las escenas se filmaron en Hawai tratando de imitar la Amazonia peruana.

El guía en esta primera expedición de Jones fue protagonizado por el actor Alfredo Molina (quien para más peruanidad se llamó «Satipo») y a quien vimos (2004) y veremos de nuevo como dr. Octopus en Spiderman: no way home

El look Jones

La ropa de Jones-aventurero es inconfundible: camisa y pantalón color caqui (más claro el tono de la camisa), una casaca de cuero estilo aviador (algunos la identifican con la de los pilotos A2), el sombrero modelo Fedora. El look del personaje parece estar inspirado en el de Charlton Heston en la película El tesoro de los incas (1954), filmada en el Perú, en la que tiene el rol del explorador Harry Steele. Y a su vez Steel está inspirado en el norteamericano Hiram Bingham III (+1956), descubridor oficial de Machu Picchu en 1911. El look de Bingham y, sobre todo, el de Heston como Steele definieron la estética de Indiana Jones.

EL ÚLTIMO HÉROE

Indiana Jones es último héroe «humano» porque en el imaginario actual los héroes tienen poderes sobrenaturales (Thor), capacidades naturales hipertrofiadas (Superman, los Hombres X) o habilidades de origen protésico (Iron man). Indiana Jones carece de todas esas ventajas, su heroísmo nace de la exigencia física y de la astucia: es uno como nosotros, aunque llevado al límite.

Así, Jones acomete y padece todos los desafíos del héroe clásico, sufriendo y superando peleas hombre-hombre, saltos imposibles, persecuciones (en motos, vehículos anfibios, aviones…), caídas desde alturas considerables, constantes retos a la inteligencia práctica. Desde luego, no es invulnerable y sufre dolor y heridas en la piel, pero logra recuperarse: su capacidad es sorprendente, nunca sobrehumana.

La saga de Indiana Jones ha marcado el imaginario creado por el cine desarrollando una historia vibrante y amigable, no exenta de humor, que subraya al hombre común en situaciones extraordinarias. Jones vive en esta carrera infinita en pos de lo incierto y en ella nos sentimos identificados porque… ¿Qué es la vida sino una carrera con heridas y un eterno misterio por revelar?