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Sonaly Tuesta es actualmente una referente en la promoción de la cultura peruana. Se desempeñó por 20 años como conductora de “Costumbres” en TV-Perú, un programa que se encargó de difundir las fiestas y costumbres de miles de pueblos en el interior del país, y que ha sido premiado en diferentes ocasiones. Este año renunció a su programa de televisión en la cadena estatal como protesta en contra de la asunción a la presidencia de Merino de Lama. Ha publicado un libro de crónicas con el mismo título de su programa, el mismo que se puede encontrar en librerías o en página web de Artífice Comunicadores.
La entrevista, dada la coyuntura, fue realizada a través de Google Meets. A través de la pantalla se ve Sonaly en su estudio, una habitación decorada con distintos elementos andinos y recuerdos de sus viajes por el interior del país.



¿Cómo se gestó el programa “Costumbres”?
Yo entré a estudiar ciencias de la comunicación, quería contar historias. Al principio quería enfocarme a escribir, aunque todavía no sabía qué historias. Dentro del periódico, el último en el que trabajé, se me ocurrió que podía hacer un suplemento que podría hablar del Perú a través de la gente, le puse de nombre “Costumbres”. El proyecto nunca prosperó porque no le interesó al periódico sacarlo, no tenían esa visión, era todavía el año 1999 y después surgió una propuesta de un canal pequeño así que transformé el suplemento a un programa de televisión con la misma idea: hablar del Perú a través de la gente. Conocía las fiestas de mi tierra y de Lima y pensaba que la fiesta patronal es un resumen de identidad de la población. Después cierra este canal y surgió una propuesta en la televisión nacional. Yo siempre cuento que “Costumbres” empezó a partir de televisión nacional porque la idea ya se encontraba más cuajada.
“Costumbre” hace relación a un plato típico de tu tierra ¿Podrías contarnos un poco más sobre ello?
Es un plato que se llama “Costumbre” sin ese que es de mi tierra (Lámud), de la zona sierra de Amazonas. Lo hacía mi abuela y lo heredó mi mamá. Este es un plato que es el primero que se prepara cuando se mata un chancho en la casa. Se mata el chancho y se convierte en toda una jornada que se convierte en una fiesta. Las personas vienen a ayudarte a matar al chancho y lo primero que se prepara es esta “Costumbre” porque está hecho de las vísceras con papa cocida y algunas hierbas aromáticas, es un plato que se come caliente. Se invita desde temprano a los vecinos como señal de fiesta. Como eso significaba tanto para mi abuela, que era la mejor cocinera de su pueblo, y yo pensaba que en el país existían otras “Costumbres” que también signifique fiesta, unidad y familia.
También juegas con el significado de “Costumbres” de tradición…
Exacto. Fue perfecto. Quizá de otra manera no se me hubiera ocurrido. Es un nombre que tiene mucho significado y esta historia es parte de la intimidad de la creación del nombre. Hay personas que sí conocen el plato y me han dicho “Ah, Sonaly, yo sé por qué le pusiste “Costumbres” a tu programa”.
Hablemos del enfoque del programa, ¿cómo surge la idea de hacer un programa desde la perspectiva de la fiesta patronal?
Hay muchos proyectos que se hacen porque vienen de tu propia necesidad. Yo vengo de una región como Amazonas que es super rica, pero nos ha demorado mucho que nuestros atractivos salgan a la luz y tener una visita constante de turistas porque estamos lejos, además. Eso hace 20 años era terrible. Hasta hoy existe un desconocimiento, por ejemplo, cuando tú le dices a alguien que eres de la región Amazonas, lo enlazan directamente con el río, que ni siquiera pasa por la zona. Esto me generaba la necesidad de mostrar lo que nosotros somos para que se conozca. Me parecía interesante las celebraciones, que son momento donde la gente está dispuesta a compartir su alegría y porque la mayoría de los gestores culturales de la zona, músicos, danzantes, bordadores, se muestran. Ese era un momento en que podía encontrar un resumen de la vida del pueblo. E ir a los pueblos desconocidos para abrir la oportunidad de su conocimiento a los demás y poder asimilar esas culturas como nuestras porque todos pertenecemos al país.
¿Por qué aún no logramos una visión real de lo que es el país? ¿Por qué no hemos logrado aún ver al país de la forma como lo enfoca “Costumbres”?
Sí pues, hay un desconocimiento. A raíz de la pandemia se ha desnudado la precariedad que existe y que existen comunidades que están más alejadas del punto que uno conoce. El país es grande y diverso y el enfoque siempre ha sido ver a la diversidad como un problema porque esta te exige particularizar, llegar a un equilibrio. Por ejemplo, se dice que se rescatan las lenguas originarias, pero en las instituciones a donde las personas asisten nadie habla esas lenguas. Entonces no hay una inclusión real. Pasa en la salud, mucha gente que no quiere ir a esos lugares porque no tienen una visión real de lo que son los nativos. No hemos hecho mucho a pesar de los intentos. No hay un ente que pueda proveerte información, estamos desconectados. Nuestros medios de comunicación no se nutren de estas realidades, presentan una realidad con un mensaje homogéneo y no se rescatan las cosas que vienen trabajando en algunas zonas alejadas que podrían ser interesantes al país. Por eso se debe desarrollar lo local.
¿Qué tanto puede aprender el Perú de las costumbres de sus pueblos?
Se puede aprender muchísimo. La relación con la naturaleza, por ejemplo. Las comunidades campesinas y amazónicas tienen una relación horizontal y de respeto con la naturaleza donde, además, son recíprocos con ella. Otro es el tema de la solidaridad, siempre hay una respuesta de las cosas de tienen de una manera comunal, sea alegría o tristeza. Se piensa en todos. Otro definitivamente es esa comunidad que nos permite el ayni lo que hace que la señora que preparará su chacra para la siembra esperará que sus vecinos y amigos vengan a ayudarla porque ella hará lo mismo cuando uno de ellos prepare su terreno. En los pueblos jóvenes de la ciudad se ha desarrollado la olla común como una respuesta de la población ante la falta de respuesta del Estado.



¿Qué diferencias encuentras entre la Sonaly universitaria que tenía ganas de viajar por todo el Perú y tu yo de ahora?
Definitivamente soy una mejor versión de mi que hace veinte años. Todo este tiempo he ganado sabiduría y obtenido aprendizaje, he conocido gente maravillosa, mujeres maravillosas que me han a tener fortaleza, a tener creatividad, a tener ingenio, de amabilidad y que me importen las cosas importantes del presente. Ese aprendizaje está en mí y ha hecho que yo valore más las cosas que tengo y la compañía de la gente. Soy feliz manteniendo una relación con todos ellos, somos una familia.
¿Se puede desarrollar el país respetando nuestras tradiciones?
Lo que pasa es que se ve muchas veces a las tradiciones como algo accesorio, decorativo. Lo que tenemos que pensar ahora en adelante es que la cultura, la tradición puede ser un eje de innovación y desarrollo. Como, por ejemplo, el textil que puede convertirse en una práctica que cambie toda una realidad. Lo que me decían amigos awajum que estaban desarrollando láminas de caucho, ellos me decían: “Somos indígenas, pero también emprendemos”. Ellos quieren que se les reconozcan sus capacidades de aprender, crear y emprender tan igual como nosotros. Hay un cambio necesario que hay que hacer, hace falta que tengan una marca, un modelo simpático de negocio que los inserte en el mercado.
El tema de la mujer en el interior del país ¿Cómo ha sido tu experiencia respecto del machismo?
Existe el machismo. Hay muchas mujeres que he conocido y que hoy están empoderadas les ha costado. Les cuesta más llegar y avanzar porque tienen que demostrar más. Son mujeres que han cambiado toda una realidad y que es propia a lo largo de los años. En eso sí nos parecemos en todo el Perú, hemos venido con ese paquete de patriarcado, con esas creencias de que el hombre es más que la mujer o que al hombre hay que atenderlo. En el caso de Francisca, ella tiene cinco hijos, ha logrado que sus hijos desarrollen. Es una mujer que es agricultora, que maneja el bote, que teje, que enseña; ella genera las cosas. Cuando ella decidió enseñarles a sus compañeras de la comunidad ha tenido que lidiar con los maridos que no ven con buenos ojos ello. Hay muchas cosas que trabajar, ellas han logrado este empoderamiento para que otras mujeres hagan posible este cambio.



Toda esta experiencia acumulada por los años la escribiste en un libro con el mismo llamado, al igual que tu programa, “Costumbres”, cuéntanos un poco más sobre ello…
El libro se llama “Costumbres. El verdadero espíritu de los peruanos”, contiene diez crónicas vivenciales que están divididos en tres capítulos: Uno que se llama “Señas”, que habla sobre creencias alrededor de ciertos objetos como el barro negro, por ejemplo. El segundo capítulo se llama “Saberes” que habla sobre la sabiduría de las mujeres de la selva, por ejemplo, las mujeres awajum con la alfarería; las cucamas, del tejido en chambira. En el tercer capítulo llamado “Andanzas” están los santos humanizados, hay una historia sobre la Virgen del Carmen de Llata (Huánuco) y también de Santo Toribio de Mogrovejo, el patrón de Cajabamba en La Libertad. Defino el libro como un viaje en donde te vas a detener en diez pueblos que son el inicio de una colección que viene más adelante.
¿Qué te llevó a renunciar a “Costumbres”?
Un momento tan complicado que estábamos pasando, con un gobierno ilegitimo que de comportaba de forma dictatorial como la violencia desproporcionada como respuesta, la suerte de directivas hacia el canal. Se armó una situación bastante compleja y oscura. Ese viernes decidí, sin pensar en nada, en renunciar de la manera más honesta que podía, sin hacer ningún cálculo. A veces uno es tan honesto que tiene que asumir las consecuencias. La honestidad no le gusta a muchos, uno no es monedita de oro para que todo el mundo te aplauda. Luego, cuando las cosas se recuperaron y entró el nuevo presidente, hubo la oportunidad de que las cosas de poder continuar, pero maduré el tema y pensé que ya no cabía volver atrás. Creo que el ciclo de Costumbres ya terminó. No quiero que la gente vea a ello solamente como un programa de televisión, es también un concepto, es esta idea de generar desarrollo a partir de la tradición y ese tema aún no se ha cerrado. No estoy haciendo planes en el largo plazo. Con la pandemia despertarte en la mañana ya es una meta alcanzada.
¿Qué te gustaría hacer ahora? ¿Con qué sueña Sonaly Tuesta?
Tengo sueños, eso sí me lo he permitido. Sueño con que las comunidades que he conocido puedan alcanzar el desarrollo a partir del conocimiento que tienen. He estado con muchos amigos últimamente, hay proyectos, solo hay que acercarlo a las comunidades. Vamos a ver qué se viene…
¿Qué cambio te gustaría ver en el país en los próximos cinco años?
Nos hemos dado cuenta de que el poder está alejando de la gente. Espero que ese poder esté más cerca de la gente, porque esta tiene conocimiento e ideas y podrían desarrollarse si el Estado es capaz de darle lo que les corresponde como derecho. Quiero un país que se pueda integrar para trabajar por los que menos tienen y que todos y todas podamos tener las mismas oportunidades.
Buenísimo el aporte. Reciba un cordial saludo.