Un renacer que atraviesa fronteras y corazones

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Por: Diego Arroyo

En el transcurso de los años se ha gestado la idea que factores como la raza, la clase social o el nivel económico, diferencian a unos de otros. Ahora detrás del hombre no se ve únicamente a una persona, sino a un cúmulo de adjetivos y juicios valorativos que lo alejan de los suyos.

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En esta nueva sociedad, el hombre se encuentra en una posición de igualdad con los otros cuando están frente a una misma problemática que los supera y los vuelve igual de vulnerables.

Foto: Proyecto Renacer.

Ante un desastre natural, se borran las etiquetas que separan y se desvanecen los prejuicios históricos. Todos se convierten en lo mismo: damnificados, personas que no tienen control sobre la fuerza de la naturaleza y lo han perdido todo.

Estos tiempos devastadores se convierten en una oportunidad para que el sentimiento de hermandad emerja entre los escombros y la ciudadanía sea más consiente respecto a los desastres naturales. Sin embargo, el problema radica en que estos tiempos devastadores se quedan en los titulares de aquellas épocas y los rostros de los sobrevivientes se evaporan.

Es así que nace “Renacer” http://proyecto-renacer.com/, el proyecto transmedia colaborativo entre la Universidad de Piura (Perú) y la Universidad de los Andes (Chile) que busca visibilizar los desastres naturales de ambos países y contar las historias de los sobrevivientes, para que su heroicidad no quede en el olvido.

Esta gran iniciativa cuenta las 24 historias de los sobrevivientes del Fenómeno del Niño, el devastador terremoto de Áncash, las heladas en los Andes y, por parte de Chile, el histórico terremoto del 2010, el aluvión de Antofagasta y la erupción del volcán Chaitén. En cada una de ellas, se resalta el lado más humano de las historias y las ganas de uno por salir adelante.

Foto: Renacer.

“Yo me hice cargo de mi hermano y mis padres, me convertí en el nuevo líder de mi familia”, cuenta José Antonio Salazar, uno de los rostros de este proyecto y sobreviviente del terremoto de Áncash. Él tenía tan solo 15 años cuando la tierra empezó a temblar ese domingo 31 de mayo de 1970. El movimiento telúrico lo sorprendió dibujando a los Beatles en su submarino amarillo, y ese es el último recuerdo de una vida que el describe como romántica y bucólica. Después de esos desgarradores 45 segundos su vida y la de otros 10.000 ancashinos cambió.

El proyecto Renacer cuenta historias como la de José y utiliza los medios digitales para llegar a cada rincón, pantalla, corazón y lograr que estos testimonios se materialicen en la conciencia de cada uno y no queden en el olvido.

Por medio de esta iniciativa, enfocada en la estrategia de internacionalización conocida como Collaborative International Learning (COIL) todos ganan; tanto la audiencia que aprende y se emociona por el testimonio de los sobrevivientes, como los alumnos que están detrás de Renacer.

De acuerdo con Sheyla Salazar, directora de Programas Internacionales de la UDEP, este proyecto forma profesionales globales abiertos al dialogo y, sobre todo, buenas personas en busca de un mejor lugar para todos independientemente del lugar de origen, raza, etc.

El proyecto Renacer es justamente un diálogo entre dos países que pueden resultar diferentes, o que puedan tener muchas diferencias, pero frente a un desastre son igual de vulnerables y humanos.

Este trabajo es la oportunidad para darle voz a los que alguna vez la perdieron. Para conmemorar a los millones de vidas perdidas en los desastres naturales y recordar que la forma de salir adelante de cualquier adversidad es juntos.