Vania Masías: «El movimiento, convertido en arte, llega a curarte»

Sofía Salazar
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La reconocida bailarina peruana Vania Masías nos recibe con una sonrisa en el local de D1 y nos comenta sobre las últimas coordinaciones que realizó para la edición número 10 del festival Pura Calle.

A pesar de la pandemia y los meses duros que le tocó vivir en el 2020 y 2021, la energía e ímpetu que transmite Vania emociona especialmente desde la entrada cuando menciona a sus ídolos del baile y arte contemporáneo como don Campbell, Buddha Stretch, Brian Green y cuando nos comenta sobre la apertura de una escuela en el Puericultorio en diciembre a la que denomina: una escuela de luz.

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Vania Masías es fundadora y presidenta ejecutiva de D1, un proyecto personal, y el más ambicioso hasta el momento, de su carrera artística. Esta asociación ha cumplido 16 años y  promueven el cambio social a través del baile.

Foto: Rodrigo del Castillo.

E: Tu trayectoria inicia desde la acrobacia pasando por la escuela de ballet de Lucy Tegle, Londres, Boston y Dublín, pero en unas vacaciones de 2005 mientras haces zapping por la televisión, ves una nota de prensa que cambia tu vida. ¿Qué contenía la nota que hizo que cambie diametralmente tu carrera como bailarina clásica y contemporánea?

V: Fue algo que me impresionó que fue ver a chicos en calle haciendo acrobacias impresionantes, que llamó muchísimo mi atención y vi a chicos que en lugar de estar victimizándose, mendigando, pidiendo dinero por nada estaban haciendo tirabuzones, mortal tabla que es complejo, flip flaps seguidos para atrás en un semáforo.

Me dije: ¿Qué está pasando? Y el fenómeno que ocurría era que en los arenales de Villa El Salvador, Ventanilla, los chicos llenaban los sacos de arena y los usaban de colchonetas. Imagínate esa creatividad de adolescentes de 14 – 13 años y pensé: Es la historia de nuestro país donde hay mucho potencial pero pocas oportunidades.

E: No es necesariamente que haya una plataforma estatal o una videnita donde se brinden las oportunidades fuera del deporte clásico, fuera de las artes clásicas.

Exacto.

E: Entonces en tu experiencia, ¿Cómo conectas la danza con la transformación social? o ¿Cómo convences a la sociedad de que la danza es el vehículo hacia el cambio y no necesariamente sea algo secundario algo complementario a la educación formal?

Me encanta tu pregunta y por eso estoy sonriendo porque hay una cosa que es el instintito y en el 2005, cuando empieza D1, no había la información que hay ahora. Ahora tienes a un Ken Robinson, que es uno de íconos en la educación moderna en la educación de hoy, diciendo que los cursos de danza son tan e igual de importantes que las matemáticas, entonces la gente ortodoxa, más tradicional diría: está completamente loco, pero no está loco, lo dice la neurociencia.

Pero es ver a la danza no para formar bailarines sino como proceso y vehículo hacia una transformación. Cuando uno tangibiliza emociones, a través de su propio el subconsciente, y se expresa a través del movimiento, usando la improvisación con una intención empiezan a surgir, a brotar cosas que empiezas a sanar.

En este proceso, yo tampoco la he pasado tan bien, cualquier persona que haga el trabajo que yo hago son personas que han vivido cosas duras

E: Recibes portazos…

O te matas o sobrevives y para sobrevivir empiezas a encontrar recursos. Yo quería que D1 sea un espacio donde formemos el Perú que yo sueño, un Perú dónde podemos hablar con verdad, quitarte la piel y mostrarte cual eres.  La metodología que se desarrolló porque la preparamos en comunidad fue con los primeros chicos y luego se dio el trabajo emocional que se generó a partir del arte.

Foto: Rodrigo del Castillo

E: ¿Cuál crees que es el impacto que has realizado con D1 en estos 16 años?

Yo tal vez no miro tan atrás, siempre estoy mirando como el presente, esos sueños hacia delante. La escuela nace para solventar en un principio los programas sociales; luego lo veo como una oportunidad porque no había escuelas multidisciplinarias en el Perú, existía solo ballet clásico y danza contemporánea pero no había escuela donde te enseñen hip hop, donde te enseñen jazz. Ahí vi una oportunidad, un nicho para poder crear.

Otro aporte es el de la fusión, cuando me doy cuenta que los chicos que venían negaban su propia identidad, negaban de dónde venían, negaban que el abuelo, el tío, el padre venían de provincia, de otros lugares del Perú, se sentían que eran menos.

E: Como un rechazo al origen

Exacto, si tu no conoces quien eres, si no acoges a quien eres con amor, no va a funcionar. Es bueno que todo el mundo que sepa que todos tenemos cicatrices y acogerlas, entender quien eres, de donde viene tu fuerza, la manera de salir adelante, cual es tu don, cual es tu ADN, qué te mueve

A raíz de ahí empezaron a acoger diferentes formas de baile: un zapateo, a ver un zapateo stepping, a ver ahora un zapateo afroperuano y era increíble porque se sintió algo distinto. Fue cuando nos dimos cuenta que en el momento en que salimos al extranjero y empezamos solo a fusión de baile ganaban las batallas internacionales porque el sistema en cada uno cambio, empezaron creer en ellos mismos, en ellas mismas y nacen los ganadores.

No hay límites en lo que yo puedo soñar para mí y eres capaz. Cuando fundé D1 me dijeron: una asociación cultural no va a sobrevivir, pero les dije: sí va a sobrevivir porque hay un colectivo, hay una comunidad que nos soportamos unos a otros y es verdadera y cuando las cosas son verdaderas perduran.

Foto: Rodrigo del Castillo.

E: Tu sueño inicial fue pertenecer al cirque du soleil, tanto que logras quedar en un casting, pero tú tenías mi intención secundaria que era ir y decirle a los directivos decir cirque du solei que pongan un workshop en Perú porque ya existía en Chile..

Vania al escuchar esta pregunta ríe y responde: Sí, haz hecho tu tarea…

E: Los canadienses no acogen tu idea, ¿en cierta forma D1 es tu Cirque du soleil?, ¿es el proyecto que no te hicieron caso lo canadiense y dijiste Okay voy a hacer mi propio proyecto?

Nunca lo había pensado de esa perspectiva. Yo tenía 25 años, estaba en la cumbre de mi carrera y cuando empecé este piloto, para ponérmela más difícil, me llaman para un final cut que es una decisión de 400 personas, es decir, te han procesado y te han elegido porque tienen tus datos.

Yo pospongo mi contrato con el ballet de Irlanda cuando me llaman para esto, entonces dije: hay muchas señales, entonces voy hago el casting pero no quiero dejar esto porque me importaba mucho, hemos empezado algo tan hermoso y no quiero que se quede en nada los chicos.

Y fue una decisión muy difícil porque este proyecto lo pensé como un semillero de talentos, de futuros embajadores del Perú para los que vienen. Es demostrarle al mundo que el Perú no es solo lo que tu piensas: un país subdesarrollado, un baile tradicional o Machu Picchu pero somos muchísimo más.

E: El festival Pura Calle inició hace diez años, ¿Qué recuerdas de esa primera edición y cuanto ha cambiado?

Es de titanes que siga existiendo, el Pura Calle inició con las ganas del colectivo, de comunidad, queriendo un poco quitar esa mala imagen que tiene todo el mundo Street dance como sinónimo de delincuencia porque no lo es para nada, oye me gusta esto: delincuente; me gusta el rap: delincuente, lo iniciamos para quitar el estigma.

E: Además que el estado debe incentivar plataformas que fomenten el arte urbano.

El año pasado fue la primera vez que tuvimos el apoyo del Ministerio de Cultura. Y siempre la empresa privada ha sido la que ha apostado por este proyecto.

Con el festival en el 2020, con la pandemia, llegamos a tener 1 millón de visitantes de manera virtual que hace que lleguemos a más gente. Este año hicimos el tema de empatía y de inclusión, de habilidades especiales. La gente ahora busca estar en el Pura Calle como competidor para poder tener esa visibilidad. Este año lo hemos sacado pese a todas las dificultades. Es lo que necesita el Perú.

E: ¿Qué te deja la pandemia y también a D1?

El equipo y la comunidad. Saber que el trabajo de 16 años de gestar comunidad se ha podido visibilizar aun más. Para mi, la COVID ha venido a enseñarnos algo muy importante a todos: tenemos que dejar esa soberbia, mientras no entendamos que somos parte de un todo y que somos parte de este planeta, este ecosistema, de todos y si tu estás bien, yo estaré bien.

También me ha enseñado que también es importante crearte un espacio para respirar, para crear, para estar contigo mismo para encontrar la inspiración, sino no vas a poder crear nada

E: ¿Cuáles son las siguientes metas para D1 y Vania Masías?

Estoy ahora en varios proyectos en temas de mujer. Estoy haciendo un piloto para un programa que me gustaría que salga, y tengo dos moods: una estrategia a largo plazo y una a corto plazo. También tenemos la reapertura de Magdalena, que será en parte del Puericultorio, donde se está creando un hub cultural social de innovación que abriremos en diciembre y para mi es una escuela de luz. También tenemos las giras con Imagina Perú que es la obra que hicimos en Londres en el 2019 y que retomamos, la pondremos en teatro del Jockey y después la vamos a llevar a Inglaterra y España porque nuestra mirada es internacionalizar D1.

En colaboración del periodista Roberto Durán.