El retorno de un esperado poemario

Uno de los poemarios más esperados del 2023 es El ciervo en la carretera de Xavier Echarri, recordado por su estupendo debut en 1993 con Las quebradas experiencias y otros poemas. El poeta, hace mucho radicado en EE.UU., publica después de treinta años y nos explica la razón de este silencio (*).

PEB. Las quebradas experiencias (1993), tu primer poemario, recibió muchos elogios de crítica y tuvo gran circulación. De inmediato se te consideró «la nueva voz» de la generación del noventa. Por su estilo poético lo llaman puntilloso, neobarroco ¿Qué te parecen los calificativos?

XE. Sí, es un poemario muy trabajado. Creo más en los poemas que en los poemarios. Cada poema debe ser lo más perfecto posible. Y respecto a etiquetas: algunos me han dicho neobarroco; otros que hago revivir un poco el coloquialismo de los sesentas; y otros que es una poesía con muchos referentes culturales, como muy intelectual…

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PEB: Medio «libresca» …

XE. Sí, un poco por allí. Es cuestión de los críticos poner etiquetas. Yo trato de leer la mayor cantidad de poemas que pueda, tengo innegablemente influencia de la tradición neobarroca, pero también -y está en este segundo libro, aunque también se veía en el primero- de la literatura clásica grecolatina, que es lo mejor. Reconozco influencias de la poética en lengua inglesa: Ezra Pound, T.S. Eliot, entre muchos otros.

PEB. ¿Y como referentes en la poética peruana?

XE. Uno de los que me gusta más es Antonio -Toño- Cisneros; también Hinostroza, Luis Hernández, Juan Ojeda, Eielson, ellos son mis referentes mayores. También en gusta la poesía de Watanabe. Montalbetti en Perro negro, su primer libro, es muy bueno.

PEB. En Las quebradas experiencias hay un poema -In herba- en el que hablas del cannabis. Probablemente por la entonces novedad del tema algunos lo vieron como apología al consumo.

XE. No diría eso. Esos son los períodos de la universidad donde uno de vez en cuando fumaba un poco de cannabis, era parte de la cultura juvenil de la época. Como sabes, ahora el uso recreativo del cannabis es completamente legal en varios estados de los EE.UU., pero no hago propaganda ni tampoco prohíbo a nadie el consumo del cannabis, es solo un poema en base a haberlo usado alguna vez y a sus efectos.

PEB. Entonces ni apología ni diatriba, para decirlo en términos clásicos.

XE. Exacto. Solo un tema.

PEB. Vuelves a la publicación luego de treinta años. Uno se pregunta si el silencio poético fue un desenamoramiento del arte o la primacía de otros gustos en tu vida, un poco a lo Rimbaud. ¿Qué pasó?

XE. Me han hecho esa pregunta con mucha frecuencia, más ahora en este tiempo de mi presencia en Perú y en la FIL. Después de publicar el primer libro tuve una conversación con el poeta Enrique Verástegui y me dijo: «Mira, tu primer libro ha tenido muy buena captación, así que espera que todos te destruyan en el segundo». Me lo dijo desde la experiencia. Coincidió con que yo estaba cansado porque el libro me demandó mucho trabajo, tanto literario como vital, emocional. Estaba exhausto y la perspectiva de un segundo libro destrozado me reprimió publicar, pero no de escribir porque lo he seguido haciendo este tiempo.

PEB. En la FIL presentas tu segundo poemario. Lleva como título El ciervo en la carretera.

XE. El nombre es un poco reflejo de mi vida en este tiempo en los EE.UU. Allí he sido un poco nómada, he cambiado de residencia varias veces, he transitado muchos caminos. Podría decir que el ciervo soy yo, errante y libre, por los caminos de estos años. Y hay, también, un hecho muy concreto que aportó al nombre: pasé la experiencia, allá nada infrecuente, de atropellar a un ciervo en cierta highway. Me parece que las dos razones explican el nombre.

(*) El poemario El ciervo en la carretera y otros poemas. 1996-2017 (Borradoreditores)
está en venta en las principales librerías del país.